La aprobación en el Consejo de Gobierno el pasado 3 de abril del Plan de Salud Mental 2018-2025, con una dotación presupuestaria de 11 millones de euros, supone la consolidación del modelo de atención comunitaria iniciado en Castilla-La Mancha con la reforma de la atención psiquiátrica y del proceso de desinstitucionalización de las personas con trastorno mental.
Así lo ha manifestado la directora general de Ordenación, Planificación e Inspección Sanitaria, María Teresa Marín durante la presentación del Plan de Salud Mental mediante el cual se dota a la región de “una amplia estructura de recursos en red, tanto de carácter sanitario como socio-sanitario”.
El Plan de Salud Mental, ha subrayado Marín, hace mucho hincapié en la colaboración con entidades y otros departamentos con los que trabajar activamente en prevención y promoción de la salud mental, como es el caso de la Consejería de Bienestar Social y de Educación, entre otras. Se crean para ellos distintos foros y programas de abordaje multidisciplinar en estos ámbitos.