Las adicciones al juego crecen entre los jóvenes, especialmente entre los menores de 25 años. 

15.09.2023

El juego estratégico entre menores de 25 años va en aumento y centra la atención de los expertos.

Las adicciones al juego crecen entre los jóvenes, especialmente entre los menores de 25 años. La jefa de la Unidad de Juego Patológico y Adicciones Comportamentales del Hospital de Bellvitge, Susana Jiménez, alerta en una entrevista a la ACN que en el juego estratégico, como son las apuestas deportivas o los casinos, es donde más han aumentado las adicciones.

La ludopatía ha ido cambiando a lo largo de los años y las adicciones no son las mismas que antes. Mientras en el año 2005, los casos de adicción más habituales eran hombres de mediana edad a las máquinas tragaperras, ahora el perfil ha variado a personas muy jóvenes con adicción a los casinos y a las apuestas. Jiménez pide proteger los adolescentes y jóvenes como colectivo de riesgo y reclama campañas de prevención ya desde la escuela: "Vemos que no llegamos a tiempo porque no tienen la percepción de que sea un riesgo".

En la entrevista a la ACN, Jiménez indica que la prevalencia del juego de riesgo en grupos específicos de más vulnerabilidad, como los jóvenes, supera el 4%. La unidad de Bellvitge atendió el año pasado 38 menores de 25 años, que representaban el 18% de los 267 pacientes atendidos, mientras que el 2005, cuando se puso en marcha, fueron 28 jóvenes (7%).

El 2005, el que se conoce como juego no estratégico centraba el 84% de las consultas. Durante estos años, la adicción al juego en máquinas tragaperras ha ido reculando, con 93 pacientes el 2022 (43%), y el juego estratégico, que era residual el 2005 (1,5%), prácticamente lo ha igualado (83 pacientes, el 39%, el año pasado). Las consultas por trastorno del juego virtual han pasado de ser prácticamente inexistentes el 2005 a llevar a la unidad 38 pacientes el año pasado (18%).

"La propia actividad de juego comporta un riesgo", afirma la jefa de la unidad, que señala que después hay factores de riesgo que se van sumando, como los sociodemográficos. Los hombres han representado durante todos estos años alrededor del 90% de los pacientes atendidos a la unidad. Más de la mitad (52%) era de grupo social bajo y el 31%, bajo-medio. El 58% de los pacientes tiene estudios primarios y el 44% no trabaja. Jiménez habla del estatus socioeconómico bajo como factor de riesgo, por las fantasías que se atribuyen al juego de pensar que se pueden resolver problemas económicos o conseguir dinero fácil a través de los premios que se obtengan.

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